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Visita dramatizada al Museo, Casa Azul de Frida Kahlo

Sábado 20 de agosto de 2011
9:15h
Oficina de Comunicación

Coyoacán, sitio emblemático de la Ciudad de México donde nació Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón el 6 de julio de 1907 en la calle de Londres 247. Lugar en el que, el pasado sábado 20 de agosto, se dieron cita los exalumnos del ITAM para ser partícipes de una dramatización de la vida de esta gran pintora.

Durante esta magnífica representación, una actriz que personificó a Frida Kahlo, llevó a los exalumnos por todas las habitaciones de su casa, contando sus alegrías, tristezas, triunfos, fracasos y toda clase de anécdotas que formaron parte de su vida.

La Casa Azul, sitio que fue parte esencial de la formación de la vida de una mujer cuyas obras han dejado huella en la historia de México, fue donde Frida Kahlo nació, creció y compartió su vida con su esposo, el también pintor Diego Rivera, con quien se casó en 1929.

Cada uno de los cuartos que forman parte de la casa revelan ciertas características, formas de ser, intereses y la vida cotidiana de esta gran pintora. En especial, en el estudio donde se dedicaba a pintar, se apreciaron huellas de los sentimientos de Frida Kahlo, todos ellos reflejados en cada una de sus pinturas. Fue en este lugar en el que habló de sus obras, entre las cuales está la pintura llamada “Dos Fridas”, pieza que muestra los sentimientos de la artista después de su divorcio en 1939, suscitado por las infidelidades de Diego, y que refleja la Frida mexicana y la Frida europea, unidas por el corazón. Todo lo que sus pinturas reflejan se puede resumir a lo que ella misma aseveró: “Nunca pinté sueños, siempre pinté mi realidad”.

Además, “Frida Kahlo” contó toda clase de tragedias que sufrió a lo largo de su vida, al final de la cual tenía una pierna infectada por gangrena, la cual se la querían amputar. Todo esto la llevó a padecer una depresión y se dedicó a escribir poemas, en su mayoría de dolor, durante esta última etapa. Respecto a este periodo final, Frida Kahlo decía “Pies, ¿para qué los quiero?, si tengo alas para volar”.

Este evento cultural llevó a los exalumnos y familiares a conocer más sobre la vida de Frida Kahlo y a pasar una tarde agradable acompañados de café, pan dulce y fruta.